El Bosco: un enigma indescifrable 500 años después

ABC.es
Museo Nacional del Prado
«Tríptico de la Adoración de los Magos», del Bosco. Óleo sobre tabla, h. 1494. Museo Nacional del Prado, Madrid

La polémica marca el V centenario de la muerte del Bosco

Natividad Pulido

Innovador, original, mágico, de una imaginación desbordante… Pintor de sueños y de pesadillas, de cielos e infiernos, de ángeles y demonios. El pintor del pecadoEl Bosco nos sigue fascinando hoy igual que hace quinientos años sacudió la mente de sus coetáneos con unas imágenes tan sorprendentes como enigmáticas. Todo en torno a él resulta misterioso: desde su biografía hasta la interpretación de sus obras. Breton lo consideraba un visionario (el surrealismo lo veneraba). Otros alimentaron el mito situándolo como un hereje o miembro de alguna sociedad secreta. Teorías conspirativas propias de Dan Brown más que la propia realidad.

La celebración del quinto centenario de su muerte marca buena parte de la agenda cultural europea, con tres exposiciones. La más importante realizada hasta la fecha solo podía tener lugar en el Prado, la casa del Bosco. De las pinturas generalmente aceptadas del Bosco (en torno a 25), explica a ABC su comisaria, Pilar Silva, que el Prado contará con 21, incluidas obras maestras fuera de España como el espléndido «Tríptico de las tentaciones de San Antonio», del Museo Arte Antiga de Lisboa. Solo faltarán en la muestra «El Juicio Final», de Viena; «La Crucifixión», de Bruselas, y el «Tríptico de los ermitaños», de Venecia. En cuanto a los dibujos, de los 11 aceptados colgarán 6 en el Prado, además de otros dos sobre los que se discute su autoría. Ello hará que la ocasión de visitar la primera exposición dedicada al Bosco en España sea realmente irrepetible.

Pero la celebración se ve empañada por la polémica generada por el Bosch Research and Conservation Project, un comité científico creado en Holanda con motivo de esta efeméride, en el que han colaborado como asesores importantes museos de todo el mundo (incluido el Prado), que lleva seis años analizando las obras del artista y que ha elaborado un polémico informe, en el que actualiza el catálogo del artista, retirando atribuciones y añadiendo otras. Los seis Boscos del Prado los deja de un plumazo en tres. Mantiene la atribución de «El Jardín de las Delicias», «La Adoración de los Magos» y «El carro de heno», mientras que descataloga «La extracción de la piedra de la locura», «Las tentaciones de San Antonio Abad» y «La Mesa de los Pecados Capitales». Esta última no gana para disgustos. Es una de las obras que enfrentó al Prado y Patrimonio Nacional. Y ahora que está resuelta esa polémica le quitan la paternidad. Tampoco corre mejor suerte el Museo de Bellas Artes de Gante: descatalogan su «Cristo con la Cruz a cuestas». Por contra, el comité atribuye al Bosco «El Juicio Final» del Museo Groeninge de Brujas y un dibujo de una colección privada.

Miguel Falomir, director adjunto de Conservación e Investigación del Prado, advierte que «este autodenominado Bosch Research and Conservation Project nos ha mandado las conclusiones del informe, ya redactadas, sin contar con nosotros. No me parece que estén bien argumentadas ni sean concluyentes. Sus argumentos son poco contundentes. Pilar Silva está convencida de la autenticidad de las obras. Yo la respaldo totalmente. El Prado no defiende una atribución a capa y espada a sabiendas de que es errónea. De hecho, en el pasado no hemos tenido ningún empacho en descatalogar obras. Algunas son dudosas y están como tales». «En este caso pensamos que esos mismos argumentos que utilizan en contra de la atribución pueden utilizarse para mantenerla –añade–. El tema de las atribuciones de las obras de arte es complejísimo. Hay tantas opiniones como historiadores. Expondremos nuestras tesis en el catálogo de la exposición. En él habrá una ficha extensa de cada una de estas obras en la que se hará eco de la bibliografía reciente, incluyendo aquella que niega la autoría. A una publicación científica hay que contestar con otra publicación científica. El Museo del Prado tiene la mayor colección de obras del Bosco del mundo. Aquí se hicieron los primeros estudios técnicos sistemáticos del pintor. Este comité está asociado al North Brabant Museum y a su exposición. Allí nació El Bosco, pero no conserva ninguna de sus obras. Prácticamente no hay cuadros del Bosco en Holanda».

Pilar Silva, por su parte, jefe del Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600) del Prado, comenta que los criterios que utiliza el comité para descatalogar las tres obras del Prado «son de risa». Sobre «Las tentaciones de San Antonio Abad», argumentan que el paisaje del fondo no es suyo, que la obra tiene poco dibujo subyacente… «En la radiografía vemos el paisaje del fondo, con sus montañas, como las que hay en “El carro de heno”. Es un paisaje que inventa El Bosco y después retoma Patinir. Dicen que tiene poco dibujo subyacente, pero sí hizo cambios en el cuadro. ¿Qué proporción de dibujo es necesaria para considerar que una obra es del Bosco? Incluso argumentan que uno de los demonios se está riendo y que El Bosco no los pintaba así nunca. Es de risa».

En cuanto a «La extracción de la piedra de la locura», ocurre lo mismo. Ponen en entredicho el paisaje y el dibujo. «El Bosco coloca la escena en medio del campo, sin ninguna referencia urbana. Dicen que es un paisaje demasiado suave, esfumado… Es un paisaje propio del Bosco. Sitúan obras de su taller en 1520. Pero, ¿es que El Bosco ha vuelto de la tumba para dirigir el taller? Se puede decir que es del círculo o seguidor, pero no que la obra es del taller del Bosco cuando éste ha muerto». Sobre «La Mesa de los Pecados Capitales», comenta Pilar Silva:«No les gusta el dibujo, dicen que es diferente a los que hacía. Pero es que todos los dibujos del Bosco son distintos. Y el paisaje no les parece de la época. Pero no saben cuándo se hizo. Lo fechan tras su muerte. Después de decir todo lo que se les ocurre terminan reconociendo que ellos no la han estudiado directamente. Les parece una obra tan mala que advierten que es del taller de un seguidor, tan desconocido del que no sabemos el nombre».

Pilar Silva formó parte, como asesora, del comité científico, desde el principio. «Tuvimos muchas reuniones, pero nos han usado como florero. No nos han consultado nada para hacer el informe. Han manejado material maravilloso, pero no han sabido sacar provecho de él». Forma parte del comité el historiador Jos Koldeweij, que se hizo cargo de la exposición de Rotterdam en 2001. «Fue un desastre el catálogo de aquella muestra. Koldeweij se inventó la idea de que el “San Juan Bautista”, del Lázaro Galdiano, y el “San Juan Evangelista en Patmos”, del Staatliche de Berlín, los hizo El Bosco para el retablo de la Cofradía de Nuestra Señora en Hertogenbosch. Son del Bosco, pero no se hicieron para ese destino. Se inventa cosas sin que haya documentos que lo prueben».

Meses antes de la exposición del Prado, el Museo de Brabante del Norte en Bolduque (Hertogenbosch), ciudad holandesa natal del Bosco, celebrará, del 13 de febrero al 8 de mayo, otra gran muestra del pintor medieval más importante del país: «Jheronimus Bosch. Visiones de un genio», que incluirá, entre sus préstamos internacionales, tres obras del Prado –entre ellas «El carro de heno», que regresa a Holanda 450 años después y que actualmente se exhibe en una exposición en Rotterdam– y una del Museo Lázaro Galdiano.

Falomir advierte que «la gran exposición del V centenario será la del Prado. Es sustancialmente mejor que la de Holanda: hay obras maestras que no viajarán allí. El Bosco, en gran medida, si es un pintor conocido, es gracias a España. Nació en Holanda, pero con una rapidez extraordinaria se desprendieron de sus obras. Todas las que hay en España llegaron en el siglo XVI inmediatamente después de su muerte. Donde se le apreció fue aquí. Es uno de los poquísimos pintores extranjeros que tiene un nombre en español: Bosco».

Los estudios de sus obras han permitido repensar la cronología del Bosco y adelantar la fecha de ejecución de algunas de sus creaciones más relevantes. Es el caso de «La Adoración de los Magos», que se databa en torno a 1505-1510 y ahora se sitúa hacia 1494. Se pensaba que «El Jardín de las Delicias» fue pintado a partir de 1504. Hoy se cree que la hizo en la década de 1490 (posiblemente, entre 1494 y 1498).

«Si hay pintores que justifican por sí solos una visita al Prado, El Bosco es uno de ellos –comenta el director adjunto del museo–. Hay gente que viene expresamente para ver su obra. Los japoneses le profesan un amor extraordinario. Sus salas son las más concurridas del museo». Lo comprobamos in situ. La guía de un grupo de turistas les advierte: «¡Vamos a ver a Velázquez, Goya y El Bosco!». Frente a «El Jardín de las Delicias», como siempre, un grupo arracimado escucha las explicaciones de un especialista. «Ante El Bosco, y particularmente ante “El Jardín de las Delicias”, ves siempre a gente hablando. Invita a conversar. No hay pintor que genere mayor empatía y mayor interacción con el espectador en todo el Prado que El Bosco», dice Falomir.

Para Reindert Falkenburg, uno de los mayores especialistas en el artista, «El Jardín de las Delicias» es una pieza de conversación. Colgado en el Palacio de los Nassau, se sentaban ante él y empezaban a hablar de lo que les sugería. El Prado ha querido recrear el tríptico como pieza de conversación. José Luis López Linares dirige un documental en el que personalidades de la talla de Mario Vargas Llosa, Salman Rushdie, Cees Nooteboom o Fumaroli conversan sobre esta obra. Además, acompañará a la exposición del Prado una instalación contemporánea audiovisual centrada en esta obra. El museo ha encargado al dibujante Max un cómic sobre el artista y la próxima Cátedra del Prado, que dirigirá Falkenburg, estará dedicada al Bosco y Brueghel.

Habrá, de marzo a noviembre, otra exposición dedicada al Bosco en España. Tendrá lugar en la sala de pinturas del Monasterio del Escorial. Será muy reducida: apenas unas diez obras. Incluirá tapices y el cuadro «Cristo con la cruz a cuestas», que también se verá en la exposición del Prado.

Pero, ¿qué hace que este pintor sea tan especial, enigmático y fascinante? Para Miguel Falomir, El Bosco «es un pintor moderno. Tiene una imaginación visual desbordante. Es capaz de crear algunas de las imágenes más chocantes –en el sentido de que producen shock– de la Historia de la Pintura. Y admite una lectura lúdica, incluso divertida muchas veces. Ello le hace un pintor muy popular». Para Pilar Silva, «sus imágenes son diferentes a las de otros pintores de la época. Su dibujo es maravilloso. Cómo aplica el color, cómo va jugando con el pincel… Los desnudos que aparecen en “El Jardín de las Delicias” apenas tienen materia. Algunos creen que representan las almas. Hay muchísima carne en la tabla central, pero no son figuras sensuales. Es el mundo entregado al pecado y el que más domina es la lujuria. Si hubiera representado los desnudos de forma más expresiva, convincente, hubiera resultado una pintura pornográfica. La representación del pecado está pintada de forma muy sutil, casi resulta una fiesta».

Desde hace años el Prado lleva a cabo un programa de restauración integral del Bosco, que ahora culmina con «La Adoración de los Magos». Desde el punto de vista estético y técnico es, para muchos, la obra maestra del artista. Su restauración, patrocinada por la Fundación Iberdrola, está en su fase final. Nos «colamos» para ver cómo la restauradora Herlinda Cabreratrabaja con mimo, primorosamente, en esta hermosísima pintura, que parece acariciar. «Impone mucho. Hay que ir con mucha precaución». Dice que se halla en un estado de conservación fantástico, aunque se le hizo una restauración muy burda en la que hasta le dejaron los algodones pegados. Gracias a los estudios técnicos, han salido a la luz en el dibujo subyacente muchos arrepentimientos. Por ejemplo, a la derecha de la composición había una segunda ventanuca que después tapó el pintor. Modificó mucho el paisaje, añadió algunas figuras…

Lleva trabajando Herlinda Cabrera en esta obra desde 2013, aunque no a tiempo completo. Ya ha acabado de restaurar la superficie pictórica. Ahora está trabajando en las puertas del tríptico. Solo queda rematar las grisallas. Destaca la profundidad, los detalles casi imperceptibles. Es una pintura para mirar muy de cerca. Nos explica la restauradora que El Bosco empleó en ella una típica técnica flamenca (mezcla de huevo y pintura al óleo). «Son muy delicados los acabados finales». Subraya todos los matices de color de la pintura, los juegos de luces y sombras. En la radiografía se aprecian las placas que utilizaba El Bosco para reforzar la unión de los paneles. A su lado trabaja su colega María Jesús López de Lerma, que se afana en restaurar el marco original. Está estudiando cómo abordar el trabajo. El Bosco lo pintó con el marco puesto.

Datos de interés

  • «El Bosco. La exposición del V centenario»
    Salas A y B. Edificio Jerónimos. Con el patrocinio exclusivo de la Fundación BBVA. Del 31 de mayo al 25 de septiembre.
  • Régimen de acceso

    En previsión del extraordinario interés que puede despertar este gran acontecimiento expositivo, el Museo ha establecido una prolongación del horario de apertura de la exposición (dos horas más de viernes a domingo y festivos) y recomienda la compra anticipada de entradas.

    Durante las dos últimas horas de apertura de la exposición, todos los visitantes que quieran acceder a la muestra podrán beneficiarse de una reducción del 50% en el precio de la entrada individual que les corresponda en cada caso. La compra anticipada de entradas puede efectuarse por internet (www.museodelprado.es) o por teléfono (902 10 70 77), con reserva de fecha y hora de acceso en ambos casos, tanto para el horario general como reducido. El precio especial para esta exposición es de 16€ la entrada (precio reducido, ocho euros).

    El horario de visita a la exposición será de lunes a jueves de 10.00 a 20.00h, viernes y sábados de 10.00 a 22.00h, y los domingos y festivos de 10.00 a 21.00h. Los dos últimos fines de semana se podrá visitar hasta las 24.00h. La entrada única al Museo permite la visita a la colección permanente y a las exposiciones temporales coincidentes con su calendario de apertura.

  • Actividades relacionadas con la exposición

    El Museo del Prado ha organizado un programa específico de actividades en torno a la muestra para facilitar al público su recorrido por la sala. Además del habitual ciclo de conferencias, se han programado Claves, breves charlas didácticas para facilitar la visita autónoma a la muestra; un curso monográfico,que se celebrará en el mes de marzo, y un concierto extraordinario.

    Programa completo de actividades en www.museodelprado.es

  • Puntos de venta
    • Taquillas: Venta de entradas individuales para el día y anticipadas. Venta anticipada online.
    • Información y venta telefónica: +34 902 10 70 77 / +34 902 10 70 77.
    • La compra de entradas on-line y telefónica implica una comisión de 1€/entrada en concepto de gastos de gestión.
  • Ubicación
    Museo Nacional del Prado

    Paseo del Prado s/n

  • Más información

    museodelprado.es

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